IV edición del Día del Voluntariado en Cellnex
El pasado 14 de noviembre las oficinas de Cellnex en varias ciudades europeas se convirtieron en un punto de encuentro para la solidaridad, la inspiración y la acción social en un acto para celebrar el Día del Voluntariado bajo el marco de la Fundación Cellnex. Aunque este día se conmemora internacionalmente el 5 de diciembre, en la Fundación adelantamos la celebración para honrar a quienes, con su tiempo y esfuerzo, hacen del mundo un lugar mejor.
Este año, la historia de Nadia Ghulam marcó la IV edición de la jornada con su emotivo testimonio en Barcelona y en Madrid (online). Activista, escritora y superviviente de la guerra en Afganistán, Nadia compartió con nosotros una lección inolvidable sobre la resiliencia, la solidaridad y la importancia del voluntariado como herramienta de transformación.
Encuentro con la resiliencia, el arte y la conectividad
La voz de Nadia resonó con fuerza en el inicio del evento. Su vida, marcada por la guerra y el sacrificio, nos llevó a reflexionar sobre la humanidad en tiempos de adversidad. “Un día de guerra representa diez años de atraso en la historia”, nos dijo, mientras relataba cómo sobrevivió a un bombardeo en su país que la dejó en coma durante meses y le arrebató todo, menos la esperanza.
Desde muy joven, Nadia asumió el rol de hombre en su familia, vistiéndose como su hermano fallecido para poder trabajar y sostener a los suyos. Años después, logró llegar a Cataluña, donde una familia la acogió y le permitió rehacer su vida. Hoy trabaja incansablemente como educadora social y dirige su propia fundación desde 2016, Ponts per la Pau, que da apoyo a más de 550 mujeres afganas en situación de vulnerabilidad.
“¿Qué puedo aportar yo a mi país desde aquí?”, se preguntó Nadia.
“Mi tiempo, lo más valioso que existe”, concluyó.
Nadia ha dedicado su vida a ser la voz de las mujeres silenciadas, demostrando que el voluntariado es el vehículo que convierte la solidaridad en acción.
Tras la conferencia, los asistentes de ambas ciudades participaron en Conect-Arte, un taller colaborativo llevado a cabo junto a la Fundación FDI y United Way España, que unió a nuestros voluntarios y a personas con discapacidad intelectual para crear obras inspiradas en símbolos de telecomunicaciones. Las piezas, llenas de color y significado, representan no solo la conectividad tecnológica, sino también la conexión humana, el verdadero motor de nuestra sociedad. Los colores y pinceladas de este taller simbolizaron un puente entre mundos distintos, y el resultado fue mágico: obras llenas de significado, creadas desde el respeto, la empatía y la colaboración.
Un compromiso global
El espíritu del voluntariado se extendió más allá, con actividades organizadas para crear comunidad y reforzar lazos en países en los que Cellnex opera: Italia, Francia, Reino Unido y Polonia.
- Italia: En Roma, los voluntarios trabajaron junto a jóvenes inmigrantes desempleadas en un taller de mandalas. Estas obras, creadas con materiales reciclados, sirvieron como herramienta para explorar habilidades de autoliderazgo, manejo del estrés y comunicación. La actividad no solo fomentó la creatividad, sino también la construcción de espacios laborales más armoniosos y efectivos.
- Francia: En París, se llevó a cabo una masterclass centrada en la diversidad, la inclusión y la empleabilidad. Los participantes trabajaron en inteligencia colectiva para identificar barreras de acceso al empleo para jóvenes en situación de vulnerabilidad, proponiendo soluciones prácticas y realistas. También se abordaron los sesgos cognitivos y su impacto en las oportunidades laborales.
- Reino Unido: Los voluntarios participaron en un seminario virtual dirigido a organizaciones benéficas que apoyan a migrantes. Se compartieron herramientas para mejorar la empleabilidad y estrategias para superar barreras como el idioma y la falta de reconocimiento de cualificaciones extranjeras. Esta actividad tuvo un impacto indirecto en más de 300 personas beneficiarias de estas organizaciones.
- Polonia: En Varsovia, los voluntarios participaron en un evento interno que puso en valor sus contribuciones pasadas y su impacto en las comunidades locales. Este acto fue una oportunidad para reflexionar sobre el trabajo realizado y reforzar su compromiso.
El poder del voluntariado
El Día del Voluntariado de Cellnex no es solo un evento anual; es un recordatorio del impacto que cada pequeño gesto puede tener en la vida de alguien más. Es parte de nuestra identidad; es la forma en que tendemos la mano, escuchamos, aprendemos y nos conectamos con el mundo. En sus cuatro ediciones, esta jornada ha demostrado que el voluntariado corporativo es un pilar esencial para generar impacto social. Según encuestas internas, el 91% de los empleados valora positivamente estas iniciativas, y eso nos llena de orgullo.
El voluntariado es el puente que conecta nuestra misión con la necesidad de otros. Como Nadia nos enseñó: “Nuestro objetivo como seres humanos son los gestos solidarios. Contribuir al mundo para una humanidad justa y con esperanza”.
Desde la Fundación Cellnex seguiremos impulsando proyectos que promuevan la empleabilidad, la igualdad y la inclusión a través del voluntariado. Sabemos que cada acción cuenta y que juntos podemos construir una sociedad más justa, más humana y más sostenible.
Gracias, voluntarios, por vuestra generosidad y pasión.
Este día es por y para vosotros: ¡Feliz Día del Voluntariado!